8 may 2009

EL DIA EN QUE ME OLVIDE EL TAPPER (OTRA VEZ)


Hoy no tenia mi recipiente cuadrado de plastico donde meto mi comida de cada mediodia. Como otros muchos dias que me paso lo mismo, fui al super a comprar algo. La oferta de comida preparada en este pais es interminable y como la competencia es feroz puedes encontrar la mas variopinta combinacion de sandwiches y wraps, ademas de platos preparados. Mi eleccion fue satisfactoria pero me llamo tanto la atencion la lista de ingredientes que tuve que sacarle una foto y colgarla. La lista es interminable!

En esta isla no hay clima para producir lo que gente consume o quiere consumir. La gente no quiere invertir su tiempo en crear una comida y la prefiere preparada. Consecuencia: la industria compite por vender la vianda mas apetecible. Y que puede ser apetecible? el marketing es la herramienta para convencer. La cosa se complica cuando un alimento deja de ser un alimento en si y se convierte en un producto, al mismo nivel que una television o un videojuego. Es cuando el factor isla y el factor marketing provocan una bola de nieve que extiende sus redes por todo el mundo y te acabas bebiendo un zumo con fresas de huelva, grosellas de alemania, granada de la india y platanos de costa rica. Mas el bocata de pollo danes con chilli de mejico y pimenton de marruecos. De postre una naranja de valencia con mandarinas turcas. Para bajar la comida un poquito de te, mezcla de hierbas de tailandia y china.

Por eso cuando elijes un producto no solo estas comprando comida. Estas influyendo en una cadena que va desde tu casa al agricultor tailandes que recoge las hojas de te 16 horas al dia pasando por el polaco metido en la nave industrial controlando que las madarinas no tengan una mota negra. Esto es lo que hemos creado y esto es el trabajo de miles personas en todo el mundo.

Y vosotros direis: Estos ingleses, como son. Pues no. Esto es el mundo civilizado que quiere cosas ricas, sanas, sin importar la estacion y a buen precio. La industria alimentaria es el poder oculto del mundo. Dirige y decide la vida de miles y miles de personas campos y comunidades, es el poder de lo cotidiano, de las necesidades primarias convertidas, al final de la cadena, en un entretenimiento para nosotros los ricos: COMER!