27 nov 2010

La lampara magica y su genio

El 18 de noviembre a las 19.30 algo inesperado ocurrio, algo que me desperto de mi letargo post-vacacional. He hecho uno de los viajes mas alucinantes de mi vida pero no voy a hablar de el ahora. Basta con decir que estuve en China. Comiendo, caminando y jugando al pictionary en un mundo diferente y fascinante y que por desgracia aspira a parecerse al nuestro. El viaje vino precedido por una presion laboral y academica que sumadas, no tienen precentes en mi corta existencia. Pero todo eso ya ha pasado. Mi vuelta de China me sumio en una nebulosa mental de confusion y aburrimiento hasta el 18 de noviembre a las 19.30. Entonces algo ocurrio.

Aquel dia viaje solo en un abarrotado tren de cercanias desde mi hogar en Cambridge hacia el sur, donde la gran ciudad palpita sin cesar. Alli, en Londres, era una noche humeda y brillante, un fresca brisa me invitaba a cubirme de capas como si fuera una cebolla. Ingrese en un recinto cerrado, moderno y espacioso que los nativos llaman "Royal Festival Hall". Alli vi, por primera vez en mi vida, a un genio.

El hombre tenia 62 primaveras y una guitarra. Los primeros diez minutos me noquearon. No es que fuera alli sin expectativas. Las tenia y eran muchas pero aun asi me sorprendio. No era un hombre con una guitarra era una guitarra humana, una sola unidad de cual salian las mas intesas melodias. Velocidad, tecnica, creatividad, musica en esencia pura. Un hombre-guitarra hablabandole en su idioma a miles de personas que, en completo silencio, simplemente excuchaban. Ese hombre se llama Paco de Lucia y entre esas miles de personas, inmerso en un nuevo estado de maximo placer musical estaba un servidor. Por primera vez en mi vida senti que estaba frente a un genio, una persona tocada por una varita magica, alguien realmente unico.

Ahora racionalicemos. Me gusta el flameco (vale). No estoy en mi pais lo cual incrementa la emocion y el orgullo de sentir algo de la tierra (vale). Soy guitarrista (vale). Estaba emocionalmente sensible (bien). Pero aun asi, algo paso, algo que no me habia pasado antes. Despues vinieron tres horas de palmas, cantaores, percusion y baile. Todo fue maravilloso e intenso pero me quedo con esos diez primeros minutos. Cuando la lampara magica y su genio me hicieron feliz otra vez.

Larga vida al Paco hijo de la Lucia!